Levanta temprano a tu hijo/hija o los perderás en el camino. Un niño que duerme hasta tarde no está descansando, está desperdiciando el día. Mientras el mundo ya está en marcha, él sigue atrapado en la inercia. Y ahí, sin que te des cuenta, comienza a crecer la apatía. El caos. La falta de rigor. La mediocridad.
Un hijo que no aprende a establecer horarios hoy... será mañana un adulto que llega tarde a todo: al trabajo, a sus compromisos, a sus objetivos... y a la vida. No confundas compasión con negligencia. Dejarlo dormir hasta tarde todos los días no es amor, es abdicar como guía. La vida comienza temprano. Y el triunfo también.
Enséñale que el mundo no espera a nadie. Que quien se levanta tarde... siempre llega rezagado. No lo prepares para una vida fácil, prepáralo para una vida con sentido, con estructura, con carácter. No digas "quiero que sea feliz" y al mismo tiempo le enseñes hábitos que lo van a hacer fracasar mañana. Dale herramientas, no pretextos. Dale disciplina, no permisos inútiles.
Porque el que no se levanta a tiempo... jamás alcanza sus metas. Despierta a tu hijo hoy. O lo verás quedarse atrás mañana Dios les bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario